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Tecnologí­a e infancia: Relaciones peligrosas

  • Categoría de la entrada:Crianza
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Entrevista con Andrea Urbas (Chicos.net). Series, películas y tutoriales para hacer cualquier cosa; toda la música, redes para chatear, jueguitos, el reloj con la hora mundial y apps para ensayar pasos de baile: el celu lo tiene todo, o eso creen muchos chicos y chicas que viven pegados a la pequeña pantalla. Desde edades bien tempranas los chicos y chicas usan y abusan de las tecnologías. Mientras, padres, madres, maestros y adultos se preguntan: ¿¡Y ahora qué hacemos!?

por Gabriela Baby.

Nota publicada en Revista Planetario en 05/2019

Hace poco más de una década, se definía a los nativos digitales como aquellos que nacían en un mundo donde las PC’s comandaban la casa y el trabajo. Eran tiempos de expansión de Internet y desarrollo acelerado de los teléfonos celulares. Actualmente hay padres y madres que son nativos digitales, y chicos y chicas que tienen su primer celular apenas dejan el chupete.

Muchas personas pasan más horas en entornos virtuales que en los reales y manejan con absoluta naturalidad navegaciones diversas. Entonces, lo evidente: las TIC’s se han vuelto parte de la vida social, familiar, laboral y privada. O mejor dicho: la trama social, laboral, intelectual y la vida privada se despliega también a través las TIC’s. Entretenimiento, consumo, estudio, trabajo y sociabilización pasan por redes y pantallas. Y algunos chicos y chicas (quizá también muchos adultos) empiezan a suponer que por fuera de ellas no pasa nada. Nada de nada. “¿Y ahora qué hacemos?”, se preguntan una y mil veces los adultos desorientados ante la nena que no deja de mirar inexistentes enigmas en videos de Youtube o el chico que juega con la PC todas las tardes de su vida.

Pero antes de que llegue la pregunta apocalíptica, el grito de S.O.S., se podrían pensar otras, más precisas: ¿para qué le damos al niño o niña su primer celular?; ¿cuánto tiempo los dejamos ver videos?; ¿a qué edad los dejamos participar de redes sociales?. Para despejar algunas de estas dudas (e instalar otras) Revista Planetario dialogó con Andrea Urbas, directora de Chicos.net, una asociación que trabaja desde hace veinte años en la investigación del poderoso vínculo entre chicos y pantallas. Y que desde su plataforma web y a través de capacitaciones y actividades para grandes y chicos, propone impulsar el uso seguro, responsable y significativo de las TiC’s.

¿Cuáles son los cambios más elocuentes que ven en estos veinte años de Chicos.net?

Muchísimos. Me acuerdo que hace 20 años en las capacitaciones docentes hacíamos el ejercicio de enviar mails, algo que ahora parece una antigüedad. El desafío era entonces armar un correo electrónico, o buscar una película en un buscador, actividades que ahora parecen una pavada. Todo esto cambió mucho. Actualmente tenemos las tecnologías adentro de la escuela, y se supone que tendríamos que utilizarlas de manera integrada atravesando todos los contenidos y no como una materia específica. Así que seguimos teniendo grandes desafíos.

¿Y en relación a los chicos? Parece que cada vez desde una menor edad tienen su propio celular y acceso a redes y aplicaciones muy diversas. ¿Hasta qué punto esto es una ventaja?

El celular es un dispositivo que genera mucha distracción. Si estamos en la cena familiar y cada uno está con su pantalla se genera una dificultad de comunicación muy grande, y enorme dispersión cuando se trata del aprendizaje. Pero a la vez existe un uso provechoso del celular y en la escuela puede ser muy interesante incluirlo para trabajar en algún proyecto. Queremos que los chicos lo usen de la mejor manera, por ejemplo para acercarse a determinados contenidos: leer un diario, tener noticias de investigaciones, buscar datos sobre un tema dado.

Pero ese no es el uso que los chicos suelen darle a sus dispositivos…

En general, chicos y chicas usan sus celulares para cosas bastante poco diversas. Quizás hay un juego con el que se copan mucho;  que puede estar bien, tal vez les permite desarrollar alguna destreza cognitiva, pero si es muy repetitivo o pasan muchas horas con él se vuelve contraproducente. Tenemos que apuntar a la diversidad de opciones,  a abrir alternativas en ese dispositivo. Y hay sitios o usos a los que los chicos por sí solos no llegan.

¿Se trata de la famosa alfabetización digital?

Sin duda. Ahora el canal de información es Internet, ya no vamos a la biblioteca. Y es necesario que la escuela les enseñe a realizar búsquedas, a armar criterios para que puedan discernir entre una buena fuente y una fuente dudosa o una noticia de calidad de una noticia falsa.

A veces son los mismos chicos los que enseñan a los adultos acerca de nuevos usos y aplicaciones que encuentran navegando. ¿Cómo reciben los docentes a sus alumnos-maestros?

El docente tiene que estar acompañando y rescatando todo lo que sus alumnos pueden aportar en relación a las TIC’s, que es mucho. Los adultos estamos bastante lejos de todos los usos que están haciendo ahora los chicos y los adolescentes. Ya sea por lógicas de uso distintas o porque no estamos en las mismas redes ni tenemos los mismos intereses.

En Chicos.net creemos que está bueno interiorizarse, entender cómo es ese juego con el que un hijo, hija, alumno o alumna pasa toda la tarde. Es importante darse un tiempo para compartir y jugar con ellos, y también ofrecer otras opciones, no sólo en el mundo digital. Y acá se trata de poner algunos límites, porque muchas familias se quejan de que los chicos –sobre todo en vacaciones o fines de semana– pasan largas horas con las pantallas, incluso en horario nocturno, pero no ofrecen otras opciones, que a veces son muy simples, como ir a dar una vuelta por el barrio o a jugar a la plaza. Los chicos y los grandes estamos muy tomados por las pantallas.

ZONA DE RIESGO

Entonces aparecen los temores y todos los fantasmas que trae el mundo virtual. ¿Cómo manejar la seguridad en un mundo tan enorme y ajeno?

En las relaciones entre personas en el mundo virtual también es necesario trabajar los valores y la convivencia. La convivencia on line es un continuum de la convivencia en la vida cotidiana, no hay corte. Lo que vale en un espacio real también vale en la virtualidad. Por supuesto que la virtualidad tiene otras características: es más inmediata y puede haber mayor anonimato. Pero ocurren las mismas cosas que en el mundo real: la formación de grupos que generan discriminación o acoso, las amenazas, las burlas y otras situaciones que hay que trabajar.

Muchos padres temen y prohíben que sus hijos participen de redes sociales. ¿Hasta dónde controlar?

Las redes son para mayores de 13 años y no tienen medidas de protección para chicos y chicas menores. Igual las usan, tenemos chicos cada vez más chicos en las redes.  No buscamos que no las usen, pero como adultos, tengamos en cuenta que ese ambiente no está preparado para ellos. Entonces hay que cuidar cuestiones de privacidad y manejo de ciertos datos y esto significa acompañar, para que no se encuentren en situaciones de riesgo ni con ambientes que puedan hacerlos sentir incómodos. Lo que se espera de las redes es que realmente las usen para estar en contacto con su grupo de amigos y amigas. Nada más.

Acompañar sin invadir, ¿es posible lograr este equilibrio?

Sin duda se trata de un equilibrio. Lo mejor que podemos hacer es ser usuarios de esas redes, para poder entender sus lógicas de uso y saber cómo orientarlos. Siempre va a ser difícil, porque ellos usan redes que no son las que nosotros estamos más habituados a usar, pero podemos charlar, dialogar y conocer. Sobre todo, si alguna situación los incomodó o si escucharon algo de los amigos que les hizo pregunta. Instaurar el diálogo es fundamental.

Y más allá de las redes, ¿cómo orientar para encontrar contenidos que valgan la pena?

Con los niños más chicos hay que tomarse el tiempo de buscar contenidos que les aporten. En youtube, además de los dibujos animados, hay audiovisuales de animales, de los temas que se te ocurran. Hay cine infantil de calidad y producciones específicas hechas para la infancia: Pakapaka, sin ir más lejos. Pero los chicos no saben hacer estas búsquedas, entonces hay que buscar con ellos y acompañarlos. La propuesta es que si van a estar con las pantallas mucho tiempo, que vean cosas que les aporten.

¿Y cuando son más grandes? Porque hay una edad en que los padres y madres ya no tienen tanto control…

Con los más grandes, el acompañamiento se da desde otro lugar. No podés involucrarte en lo que ellos usan, pero sí podés poner ciertas pautas o límites: la distracción cuando tienen que estudiar o estar conectados hasta altas horas de la noche. Hay que hablar estos temas cuando ocurren y también conversar sobre los contenidos. Porque hay casos en que muy tempranamente acceden a contenido adulto, pornografía, por ejemplo. Y este es uno de los temas que la ESI debería trabajar: que eso que pasa en las películas no es la vida sexual que tiene la mayoría de las personas. O cómo tratamos a las mujeres y qué pasa con los vínculos. Hay mucho para trabajar en la relación ESI Internet. Mientras que también hay gran cantidad de series que los adolescentes ven que son un importante contenido que podría tomar la escuela. O los adultos de la casa. Compartir una buena serie puede ser un gran programa para todos.


PLANETA URBAS

Andrea Urbas es Licenciada en Psicología (UBA) y especialista en Organizaciones Sin Fines de Lucro (Universidad Di Tella- San Andrés). Es socia fundadora de la Asociación Chicos.net donde desempeña la función de Directora de Programas. Diseña e implementa proyectos de capacitación, lidera equipos de trabajo, participa en publicaciones e investigaciones y coordina la RedNATIC, participando en eventos nacionales y regionales.

¿Qué es chicos.net?

Chicos.net es una organización civil sin fines de lucro que trabaja desde 1998 en pos de la ciudadanía digital a partir de los Derechos de niños, niñas y adolescentes. La Asociación elabora programas dedicados a la prevención de la violencia en distintos contextos; trabaja el empoderamiento de las niñas para que accedan a mayores oportunidades en igualdad de condiciones; se ocupa de la promoción de la diversidad a través de recursos y propuestas que promueven la convivencia y el respeto. El objetivo es garantizar el derecho a la inclusión, al cuidado del ambiente y de la salud, y a la educación sexual integral.

Chicos.net realiza campañas, concursos, talleres y capacitaciones para chicos y grandes alrededor de temáticas específicas relacionadas con los derechos de la niñez. “Este año el tema es Niñez migrante –comenta Urbas- porque es un tema crucial del presente y porque se están produciendo muchos desplazamientos de niños solos”. Chicos.net trabaja en alianza con Save the children y otras organizaciones que promueven los derechos de la infancia.

Además, junto con la Universidad de Villa María, organiza la Diplomatura Virtual Educación y Cultura Digital; también hay cursos de Formación de Promotores en Ciudadanía Digital, de Programación Creativa, y talleres para padres. Y a través de webinars difunde entrevistas de valor académico con especialistas en tecnología, comunicaciones y educación.

Más info: www.chicos.net

URBAS DIXIT

“Nos parece fundamental la perspectiva de educar las emociones. Las emociones, los sentimientos, los miedos, también se enseñan y se aprende a expresarlos. Alentar a los chicos y chicas a que puedan expresarse, a reconocer cuando tienen miedo, y que puedan manifestar sin temor que algo les asusta, incomoda o perturba, es fundamental. Parece obvio pero no lo es. Hay chicos que prefieren no exponer sus sentimientos por miedo a ser burlados o menospreciados, especialmente los varones. Otros y otras, porque sienten que se les puede prohibir seguir con las pantallas si ven algo inapropiado. Estas situaciones los y las hacen vulnerables en un medio abierto como es Internet. Por eso, educar en el reconocimiento y expresión de las emociones, va de la mano de fortalecer capacidades, de que niños y niñas crezcan con confianza en sí mismos y en las personas adultas que les rodean, que sientan y sepan que tienen en quien apoyarse: esa es la mejor protección que podemos darles.

Poner palabras y anticipar lo que les puede pasar es nuestra función, alertar sin asustar, sino ofreciendo un sostén donde recurrir de manera segura. (…)

Que quienes les rodeamos seamos confiables, sensibles, con apertura para escuchar sus percepciones y sensaciones, y tengamos capacidad de ayudarles, es un derecho que ellos y ellas tienen”.

Fragmento de #RetoFamilia: Educar las emociones. Sobre Momo y otros sucesos on line. De Andrea Urbas, en Chicos.net