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Libros que responden preguntas o la curiosidad retroalimentada

¿Para qué sirve la matemática? ¿Y qué cosa es la lingüística? Y ya que estamos, más preguntas: ¿qué es la Big data? ¿Y es verdad que la Inteligencia artificial dominará el mundo? Cinco nuevos libros de la colección ¿Querés Saber? de Eudeba intentan dar respuesta a estas, y a muchas otras, preguntas que pueden hacerse chicas y chicos que se inclinan por las ciencias.

Por Gabriela Baby. Ilustración Pablo Bernasconi.

Preguntas, preguntas y cada vez más complejas preguntas llegan en los libros de la colección ¿Querés saber? (QS) de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA), que, (no tan) casualmente, lleva por título una gran pregunta que señala –intenta responder también- a ese motor inagotable que mueve a las chicas y a los chicos: la curiosidad.

Si la edad de los porqués acaba de terminar, la niña, el niño, está a punto caramelo para zambullirse en los más de 40 títulos de esta colección destinada a primeros lectores que se inclinan por las ciencias, la lectura, los saberes. En otras palabras, la curiosidad retroalimentada.

Con ganas de más y más, y un irrefrenable espíritu lúdico (¿por qué la ciencia tendría que ser seria?), los títulos de la colección ¿Querés saber? de EUDEBA traen muchísimas preguntas (y algunas respuestas) sobre diversas disciplinas científicas: minerales, células, Darwin, dinosaurios, máquinas que vuelan, volcanes, química, ecología, mamíferos, hidrocarburos, máquinas que flotan, minería, camélidos, parásitos, bacterias, abejas, genética y siguen los temas.

La colección comenzó su labor en 2003, o sea, hace ¡veinte años! y lleva 48 títulos publicados. Paula Bombara, editora a cargo de la colección, anunció que los tomos 49 y 50 están en proceso de redacción y armado, y que pronto (¡muy pronto!), llegarán a las librerías.

Recientemente se presentaron cinco nuevos títulos de la colección ¿Querés Saber?: el especial Los números también cuentan historias, de Pablo Amster y Paula Bombara con ilustraciones de Esteban Cánepa; dos relativos a nuevas tecnologías: ¿Querés saber que es la Big data? y ¿Querés saber que es la Inteligencia artificial?, de Antonio Vázquez Burst e ilustrados por Marcos Vergara; a los que se suman dos de lingüística (sí, lingüística para las infancias): ¿Querés saber qué es el lenguaje? y ¿Querés saber cómo se usa el lenguaje?, ambos escritos por Carolina Tosi e ilustrados por Cucho Cuño.

Una tarde de frío y alegría, los equipos autorales y la directora de la colección conversaron sobre divulgación de las ciencias, infancias y nuevos lectores, matemáticas y algunos entretelones de la realización de cada libro. La charla, más o menos, anduvo por acá.

Los números también cuentan historias

La historia de los números está llena de anécdotas divertidas, cálculos desafiantes y monstruosos y un sesgo de ciencia ficción que no está mal revisitar. Y Los números también cuentan historias, escrito por Pablo Amster y Paula Bombara e ilustrado por Esteban Cánepa, propone un viaje hacia el pasado de los números –cuando no existía (¿o no había sido descubierto?) el número cero– y también hacia el futuro, un lugar utópico (pero no tanto) donde el sistema binario amenaza con dominarlo todo.

Esteban Cánepa, ilustrador de este especial de la colección, egresado de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA, dibujante profesional, dice que le fue perdiendo el miedo a la matemática gracias a libros como éste: “Con el equipo autoral, queríamos que el recorrido por la historia de los números fuera una aventura en el tiempo. Y el trabajo de elaboración de las ilustraciones fue colaborativo: hubo mucha ‘tormenta de ideas’ con les autores, el diseñador gráfico y la directora de la colección. Eso permitió que no tuviéramos muchas contramarchas ni grandes problemas insalvables. ¡Ni siquiera al tratar de ilustrar la idea de infinito!”

Por su parte, el coautor del texto, Pablo Amster, doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Buenos Aires, curioso observador de la relación de la música y la matemática y guitarrista en sus ratos de ocio, señala:

“Siempre me gustó escribir para público no matemático. El mayor desafío es el de ponerme en el lugar de quien está leyendo; de alguna forma, se trata de indagar en mi propio proceso de construcción del conocimiento. Creo que ante cualquier texto matemático me encuentro en actitud de primer lector. Una manera muy gratificante de abordar estos procesos es, sin duda, mi experiencia como padre. En el libro se plasma también alguna de las tantas cosas que aprendí jugando y conversando con mis hijos. 

En mi opinión, es fundamental destacar un aspecto que vincula profundamente a la infancia con la tarea del investigador científico: la curiosidad, que lleva a preguntar y preguntar. Como tantas veces se ha dicho, el foco debe estar puesto más en la pregunta que en la respuesta. También me parece importante ser permeables a la equivocación. Los más grandes científicos han cometido errores que los llevaron para el lado de los tomates; sin embargo, creo que en vez de reprimir el error debemos tener la capacidad (y la humildad) de ponerlo en valor como instancia de aprendizaje. Un error debe ser más que una tachadura o un papel hecho un bollito, debe convertirse en la posibilidad de pensar por qué un cálculo o un procedimiento nos llevó a una respuesta que no era la esperada. Y, una vez que estamos en ese camino, surge otra pregunta: ¿qué quiere decir que ‘todas las cuentas me salieron mal’?”

¿Un idioma o todas las lenguas?

Los dos libros de lingüística son un festín para todas las edades. El recorrido podría comenzar por ¿Querés saber qué es el lenguaje? Pero, la respuesta es tan, tan, amplia que entonces hay que empezar a mirar por otro lado, por el lado del uso: “Hablamos, escribimos, nos comunicamos, transmitimos nuestros sentimientos, creamos belleza y conocimientos (hacemos, cuentos, poemas, canciones, teóricas científicas), damos y recibimos información, convencemos a alguien de algo y hasta lo podemos hacer cambiar de opinión, incluso nosotros mismos podemos modificar nuestras ideas, entre muchas otras cosas”, dice el texto, escrito por Carolina Tosi, para empezar a arrimarnos a la teoría del lenguaje.

Carolina es escritora, doctora en Lingüística, docente y comunicadora científica. Trabaja como investigadora del CONICET y juega a la Mancha Medusa con su hijo Mateo (un juego inventado por ellos).

Carolina dice: “Para hablar sobre el lenguaje –qué es y cómo se usa-, pensé en un público curioso, que si bien puede desconocer ciertas nociones teóricas y conceptos especializados está necesariamente imbuido en el tema –aunque sea de modo inconsciente- porque el lenguaje nos atraviesa. Como demuestran los libros, el lenguaje está en todos lados y lo usamos para muchísimas cosas. También a través del lenguaje conocemos objetos, lugares y personas. Por ejemplo, si nunca hemos conocido ‘directamente’ a un dinosaurio, ¿de qué modo sabemos qué tipos de dinosaurios hubo, qué comía cada uno, cuándo existieron, cómo desaparecieron… Sin dudas, accedemos a todos esos datos a través de construcciones discursivas”.

Pero, ¿qué tan fácil o difícil fue hacer estos libros de lingüística para chicas y chicos?

“Lo más complicado en el proceso de realización de estos libros, fue amalgamar imágenes con texto”, sigue Carolina. “Igualmente, enseguida solucionamos esto a través del trabajo en equipo. Paula, Cucho, Pablo, Laura y yo (edición, autoría, ilustración, diseño y corrección) trabajamos codo a codo en un proceso creativo donde confluían diferentes saberes y códigos, y así pudimos lograr que la ciencia y la estética configuraran un recorrido singular en torno a conceptos, usos y curiosidades sobre el lenguaje”.

¿Y qué te parece fundamental a la hora de escribir y pensar la divulgación científica para chicas y chicos?

“La clave es romper estereotipos: derribar la idea de que un/a chico/a no puede entender conceptos o ideas científicas. En QS no se subestima al lector. Por el contrario, la colección piensa al niño como un sujeto capaz de saber más, de comprender las cosas que le interesan o lo inquietan, y de encontrar respuestas que, seguramente, van a generar más preguntas, más curiosidad y más avidez por conocer e indagar. El desafío de los autores, en este caso mío y de Cucho, consistió en explicar conceptos a un primer lector en lingüística, apelando a diferentes recursos textuales (narraciones y explicaciones con ejemplos, metáforas y comparaciones, entre otros; registro coloquial; discursos de diferentes ámbitos, como científicos, leyendas, mediáticos, lexicográficos, etc.) y gráficos (color, estéticas, estilos, técnicas, etc.). Para ello, encontramos el camino del humor, el respeto por el lector, el compromiso con nuestro rol de comunicadores y la pasión por acercar la reflexión sobre el lenguaje a las infancias».

Cucho Cuño, ilustrador dedicado a la literatura infantil desde hace más de cincuenta libros, estudió pintura, dibujo, animación, diseño gráfico y fotografía, pero nunca había estudiado lingüística. Cucho cuenta: “Abordé el trabajo de estos libros con la intención principal de des-dogmatizar y aportar desde lo gráfico una segunda lectura, una narración gráfica, una interpretación concreta y, en muchos casos humorística, partiendo de un texto sobre una ciencia abstracta.”

En ¿Querés saber qué es el lenguaje? los personajes están en un laboratorio terminando el mismo libro, mientras afirman que “¡las lenguas están vivas!”, emulando la frase del Dr. Frankenstein. En el segundo libro, ¿Querés saber cómo se usa el lenguaje?, se retoma la idea de la criatura de Frankenstein, pero esta vez en un viaje por París, donde él habla en esperanto y nadie lo entiende.

Cucho Cuño señala: “Desde mi mirada, la divulgación científica en las infancias es, en primer lugar, descubrir cuáles son los intereses particulares de cada niña o niño. Ofrecer un material que les resulte familiar y nuevo a la vez, que despierte la curiosidad tanto desde lo estético como desde lo textual. Que les hable de igual a igual. La colección QS tiene esta intención y hacer estos libros fue un gran aprendizaje”. 

Big data e inteligencia de las máquinas 

“Está claro que a los seres humanos nos encantan los datos”, comienza el texto de ¿Querés saber que es la Big Data?. Y entonces la historia se remonta a la antigua Mesopotamia, hace 5000 años, cuando se inventó la escritura cuneiforme.

¿Escritura? ¿Datos? ¿Números?

Sí: en algún punto, estos cinco libros se cruzan, se tocan, dialogan: el lenguaje y los signos, la capacidad humana de generar información y los sistemas de información, la abstracción de los signos y la historia de la humanidad que permanentemente nos interpela. Y hay más: el infinito, el cero, lo inconmensurable de las lenguas, los números y los datos… hay un eje profundamente filosófico que enmarca a estos títulos.

En el dúo Big Data –Inteligencia Artificial, las preguntas se suceden: ¿podemos descargarnos toda la Internet? ¿El lenguaje binario de las computadoras es un lenguaje tan rico y poético como cualquier otro lenguaje? ¿Puede una máquina con lenguaje pensar, generar ideas, generar arte? ¿Qué tipo de combinación numérica son los algoritmos? ¿Qué describen? ¿Usan números como si fueran palabras? ¿En qué idioma?

Las preguntas nos llevan a nuevas preguntas. El universo del conocimiento se abre más y más.

Antonio Vázquez Brust, el autor de estos textos, se dedica a la computación desde que era niño. Trabajó en empresas de tecnología como arquitecto de sistemas y ahora es científico de datos urbanos. Antonio comenta: “A la hora de escribir estos libros el mayor desafío fue el de equilibrar tres objetivos: uno, que las explicaciones fueran claras; dos, desmitificar un poco la complejidad de estas tecnologías, para invitar a la audiencia a sentirse parte y a pensar que pueden ser protagonistas en su uso. Y, tres: que los textos fueran entretenidos, que tuvieran ‘gancho’ frente a un público joven. Lo que nos pareció que necesitaba un refuerzo más era la parte lúdica, entretenida. Y ahí nos jugamos por la ilustración: aún antes de tener definida a la persona que iba a hacer el arte visual, sabíamos que tenía que ser alguien con buen ojo para el humor, para crear personajes atractivos y situaciones interesantes. Y así fue nomás, Marcos -el ilustrador- resolvió el ingrediente que faltaba para que los libros queden como los había imaginado”

Marcos Vergara es graduado por la Escuela Superior de Diseño Gráfico de Rosario, bibliotecólogo recibido, historietista y editor fundador de Loco Rabia Editora. Y la historieta está presente en ambos libros. Hay personajes en movimiento e interactuando con los conceptos. Además, Marcos logró dar a este dúo de libros una marca particular, una especie de cerebro-casco que una inteligencia artificial lleva a lo largo de la historia.

“Uno de los recuerdos más lindos que tengo de mi infancia es el de sumergirme en el mundo de mis libros. Y tenía mis temas favoritos, pero lo que podía lograr que me interesara cualquier tema era el arte de cada libro: si el libro tenía ilustraciones atractivas, y sobre todo detalladas e intrincadas, me enganchaba. Así que encaré el trabajo pensando desde el principio en lo importante que iba a ser tener un buen diálogo entre texto e imagen. Lo que aprendí después de la experiencia es que, como joven lector, debo haber subestimado el rol de la redacción… ¡porque me tomó mucho esmero! Hacer este tipo de literatura requiere reescribir una y otra vez, lo que significa pensar y repensar, no sólo qué es lo que deberíamos contar sino cómo hacerlo de forma breve y amena, pero sin subestimar jamás a la persona que nos lee. Esto último requiere animarse a abordar temas complejos, en un encuentro a mitad de camino: confiamos en que las jóvenes mentes que nos leen van a poder unir varios conceptos y hacer una síntesis, pero queremos cumplir nuestra parte, que es haber puesto atención para lograr un lenguaje claro al explicar” .

Gracias por leer hasta acá… y ¡a seguir leyendo!: los libros de ¿Querés saber? están esperando nuevos lectores y lectoras para juntos, seguir creciendo.