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Nivel inicial: El comienzo del comienzo

  • Categoría de la entrada:Educación
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El primer día de jardín está cerca. Preparativos, ansiedad y muchas preguntas están a la orden del día. Rut Kuitca, especialista en nivel inicial e integrante de la comisión directiva de la OMEP, apunta en esta nota a despejar dudas. Para vivir intensamente los días que vendrán.

Por Gabriela Baby.

Fantasías y miedos se cruzan en casa con los preparativos de la mochila y el cuaderno para el primer día de jardín. Con o sin palabras, ni mamá ni papá son ajenos a las preguntas del momento: ¿Cómo será ir al jardín todos los días? ¿Extrañará estar en casa? ¿Y si resulta cansador? ¿Y si no le gusta la maestra? ¿Quiénes serán los compañeros? ¿Estará preparado/a para este gran paso? ¿Y si esperamos un año más?

Rut Kuitca, vicepresidenta técnica de la Comisión Directiva del Comité Argentino de la Organización Mundial de Educación Preescolar (OMEP), maestra, directora y amante del nivel inicial analiza algunos aspectos de estos primeros pasos en el jardín de infantes.

Mochila, zapas, cuaderno… ¿qué más? ¿Cómo prepararse para este primer gran día?

El inicio de la escuela infantil es un cambio en la vida familiar, en la vida de niños y niñas y en la de las escuelas. Cada uno aporta su historia, sus representaciones y sus prácticas. Este inicio trae aparejado una serie de ideas, acciones, sentimientos y sensaciones en todos. Los niños necesitan conocer y apropiarse del ambiente físico, de los nuevos códigos y modos de comunicarse de los adultos que serán sus figuras de sostén y sus referentes.


A muchos chicos y chicas les cuesta despegarse de mamá… y a muchas mamás y papás ¡también! ¿Consejos para este momento de adaptación?

Preferimos hablar de período de inicio–y no de “adaptación”- ya que es una etapa que tiene sus propios objetivos y momentos. La separación de adultos y niños debe ser realizada de manera paulatina, respetando los tiempos del niño y apoyándose en los intercambios con la familia. Los docentes y las instituciones saben cómo abordar este período porque se han formado para ello, y ofrecen diferentes instancias de conocimiento, entrevistas y reuniones con los grupos familiares, visitas de las instalaciones, experiencias compartidas con las familias, tiempos reducidos y paulatinos de ingreso. Todas son oportunidades para conocerse, compartir expectativas y comenzar a entablar un vínculo. El propósito de este período es generar un clima de seguridad y confianza para todos. Es un camino complejo que lleva su tiempo, que tiene idas y vueltas, logros y retrocesos. Este mundo nuevo y extraño para los chicos poco a poco pasará a ser seguro y confiable. Seguridad y confianza, justamente, son dos palabras clave, la base sobre la que se construirá una nueva relación.

¿Hay algo del vínculo entre adultos que debería ser cuidado especialmente?

Es sumamente importante que en las primeras semanas tengan lugar conversaciones entre las familias y la escuela para clarificar expectativas y compromisos. El consejo es darse tiempo para construir el vínculo. Preguntar, sugerir, escuchar. Si los niños perciben que los adultos confían, ellos también lo harán. En la vida profesional de un docente, el acompañar a un niño y a su familia en este proceso es uno de esos momentos que requiere de toda nuestra comprensión, sabiduría, compromiso y entusiasmo. Y es, además, una experiencia fascinante.

¿Para qué sirve el jardín de infantes? O mejor dicho: ¿qué deberíamos esperar de esta primera etapa de educación formal?

El jardín es la primera institución pública, social y política que recibe a los niños y niñas y donde se encuentran con la diversidad. Es el espacio donde comienzan a construir las primeras nociones de lo público. No se hace en el jardín lo mismo que en la casa, ni se hace en la casa lo mismo que en el jardín. El jardín inaugura lo distinto, lo nuevo, lo que cada grupo familiar va a encontrar en tensión con lo propio. En qué somos iguales, en qué somos distintos, qué podemos hacer juntos y cómo nos organizamos para lograrlo. El comienzo del jardín es para los niños, entre otras cosas, el comienzo de una vida social separada de la familia, un espacio propio.

AHORA ES CUANDO

¿Existe una edad ideal para empezar el jardín?

Nuestro sistema educativo considera la posibilidad que un niño o niña se incorpore a una sala de jardín a partir de los 45 días porque, según la legislación -que por cierto proponemos modificar-, las madres deben reincorporarse a sus tareas laborales a partir de los 45 días del parto. Entonces existen los jardines maternales. En realidad, no hay  una edad determinada para ingresar a un Jardín: dependerá de las necesidades de las familias y las características de cada niño. Más allá de la edad de ingreso, lo importante es qué sucede en el ámbito donde los niños y las niñas están. Si están en una institución educativa deben estar a cargo de educadores con preparación profesional. Por esto, es fundamental que la institución que los reciba pueda ofrecer cuidado amoroso, escucha atenta y mucho respeto a las familias brindando propuestas educativas acordes a cada edad.

Los pañales, ¿podrían ser un impedimento para que un chico o chica asista al jardín?

Para nada. El uso de pañales no es un impedimento para ingresar al jardín ya que el control de esfínteres se abordará en conjunto entre las familias y la institución compartiendo criterios y acuerdos, y acompañando a los niños y niñas en este aprendizaje.

¿Qué se espera que un niño o niña «aprenda» en sala de dos?

La primera infancia es un período de la vida en la que los niños y las niñas experimentan cambios madurativos muy acelerados y procesos de interacción social muy significativos. En estos años se crean las bases de la salud física y mental, la seguridad emocional y la identidad cultural e individual, al tiempo que se adquieren y desarrollan las habilidades para pensar, hablar y aprender.

¿Cómo se articulan estas necesidades y características de la edad con la institución?

La didáctica específica del Nivel Inicial, el qué y el cómo enseñar a los niños y niñas más pequeños, tiene en cuenta sus modos propios de conocer el mundo y acceder a los nuevos conocimientos. Las maestras y maestros organizarán las actividades privilegiando estrategias que permiten que cada niño realice su tarea sin pretender que todos estén realizando lo mismo y al mismo tiempo, respetando los modos de ser y hacer de cada uno, sus tiempos e intereses y acompañándolos de un modo placentero en la conquista de sus aprendizajes. El movimiento y la curiosidad por todo lo que los rodea son características relevantes de la edad. Se los invitará a conocer y apreciar todos los lenguajes: gestual, verbal, artístico y lúdico a través de juegos, canciones, cuentos, poesías, materiales plásticos, espacios y tiempos para moverse.

LOS QUE EGRESAN

Y al final del camino, la sala de cinco, tan diferente a las otras, muchas veces acusada de “repentina escolarización”. ¿Qué mirada merece este último año?

Algunas prácticas educativas inadecuadas suelen importar formatos didácticos propios de otros niveles educativos, con la idea de anticipar aprendizajes en pos de una supuesta excelencia educativa. Pero enseñar bien no quiere decir enseñar antes: la calidad no se define por anticipar la transmisión de contenidos o la exigencia de responder a formatos más estructurados y rígidos, que son propios de otros niveles educativos. La adquisición de la lectura y la escritura, por ejemplo, es contenido específico de primer grado de la escuela primaria y se espera que el niño lo incorpore al finalizar ese primer año o incluso en segundo grado. ¿Por qué entonces esta exigencia desmedida para con los niños de 5 años al finalizar el jardín? La mejor manera de prepararse para el ciclo siguiente es haciendo lo que corresponde en el ciclo anterior y la sala de 5 años sigue siendo una sala del Nivel Inicial en la que el juego debe seguir teniendo su lugar central en las propuestas ofrecidas.

Pero los últimos dos años del Nivel Inicial son obligatorios…

Exacto. Y que sean obligatorios hace referencia al deber del Estado de ofrecer oportunidades de escolarización y aprendizaje significativo para todos. Por supuesto que muchos niños y niñas comienzan a interesarse por la lecto escritura en la sala de cinco, y a veces antes. En el Nivel Inicial, especialmente en la sala de 4 y 5 años, proponemos actividades que los inicien en las prácticas de lectura y escritura destacando su valor social y estimulando la curiosidad para favorecer su adquisicion respetando sus tiempos y modos de aprender. Pero los objetivos del Nivel Inicial van más allá de estos conocimientos específicos.

¿Cuáles son, entonces, los objetivos del Nivel Inicial en general?

La educación inicial se caracteriza por ser una educación integral quecontempla dos dimensiones. Por un lado, la dimensión personal y social, por la cual los niños y niñas aprenderán a estar con otros, a confiar, a expresarse, a escuchar, a compartir, a respetar: conocerán y utilizarán normas sociales de convivencia. Y, por otro lado, la dimensión alfabetizadora, la apropiación de la cultura, que implica vivir experiencias y disfrutar de los distintos lenguajes expresivos como la literatura, la expresión corporal, la música, las artes visuales y el juego.