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Ni una menos: el género en la infancia

  • Categoría de la entrada:Crianza
  • Tiempo de lectura:9 minutos de lectura

¿Cómo abordar temas como patriarcado, femicidio y género con los más chicos? ¿Y cómo explicar algo tan instalado como el machismo? «Ni una menos desde los primeros años» y «Ni una menos para chicos» son dos propuestas que apuntan a públicos diferentes pero con un mismo objetivo: abrir la reflexión y dar lugar a las preguntas de los especialistas en preguntar. Aunque no tengamos todas las respuestas.

Por Gabriela Baby

Nota publicada en Revista Planetario en 03/2017

La división entre nenas y varones en la escuela. Las decisiones infantiles acerca de la identidad sexual. El femicidio. Los estereotipos de juegos y juguetes. La historicidad del concepto de infancia. El género en el cine infantil. Ensayos sobre temas tan necesarios como estos fueron compilados por Nadia Fink y Cecilia Merchán en Ni una menos desde los primeros años (Chirimbote + Las Juanas Editoras). Un libro para adultos que abre un abanico de miradas diversas e invita a la reflexión compartida. Nadia Fink, una de las compiladoras, conversó con Revista Planetario.

¿A quién está dirigido el libro? 
Este libro es la reedición de Equis, publicado por Las Juanas Editoras hace 6 años. En ese entonces estaba en discusión la Ley de Matrimonio Igualitario y las charlas en las casas, en la calle y en las instituciones se enfocaban en cómo serían esas nuevas familias. Desde ahí partió aquella idea y el libro se agotó rápidamente. Ahora lo reeditamos con la mitad de capítulos actualizados y la otra mitad de capítulos nuevos, con el objetivo de dar herramientas para educar con perspectiva de género desde la infancia. Pero no sólo a nivel docente, sino en familias, grupos, ámbitos militantes, etc.

¿Por qué incorporaron textos críticos y también testimonios de chicxs trans? ¿Qué valor tiene lo testimonial? 
Siempre nos preguntamos cómo abordar los textos para que puedan ser accesibles a todas y todos. No nos interesa profundizar en textos académicos que dejen afuera a un montón de gente. Y enfocar desde varios puntos de vista contribuye a ese acercamiento. Así, tenemos miradas desde la psicología, la educación, pero también testimonios directos de personas trans. Nos pareció importante abordarlo desde la propia experiencia porque esas infancias y adolescencias no fueron fáciles para quienes las cuentan ni para sus familias y su entorno. Contar ciertos temas desde la primera persona es una manera de priorizar el aspecto humano de las crianzas y los desarrollos.

¿De qué manera contar y explicar a un niño cuestiones tan sutiles como “cómo opera el machismo en la vida cotidiana” o “qué es el feminismo”?

Si decidimos que este libro fuera para público adulto es porque creemos que en cada casa, en cada escuela, en cada territorio se debe abordar la perspectiva de género desde quienes están a cargo de esos grupos. Este libro es una invitación a revisar nuestras propias infancias y las formas en las que nos paramos frente a estos temas para poder desandar los estereotipos que tenemos aprehendidos desde hace tantos años. Podemos ver cuestiones de género en la escuela, en los juegos, en el cine, en la literatura… Todas esas preguntas apuntan a la reflexión interna y al diálogo permanente con las chicas y los chicos, que tienen menos sesgada la mirada sobre los géneros.

Para muchos padres, madres y educadores la violencia de género es difícil de explicar. Sobre todo porque los casos que ganan difusión son bastante terribles… ¿qué contar y qué no contar a niñxs sobre este tema?

La violencia de género es difícil de explicar pero está presente en todos los medios. Pero la violencia de género no es sólo el femicidio, que es la expresión más terrible, sino que está presente en cómo se van ajustando estereotipos desde la infancia que “determinan”lo que puede hacer una mujer o un hombre. Violencia es también que no respeten tu cuerpo, que te digan “vos no podés porque sos nena o mujer” o que se estimule menos a las niñas en ciertas disciplinas (ciencias, educación física), entre otras acciones de lo cotidiano. Poder enseñarles desde pequeñas el cariño por el propio cuerpo (sea como fuere), el respeto (propio y ajeno) de lo que queremos y no, de lo que nos gusta y no, y, en el caso de los niños, poder mostrarles las desigualdades que existen, enseñarles a crecer juntos y en el entendimiento, es otra forma de desandar las violencias.

“Toda educación es sexual”, dice Graciela Morgade en el artículo que lleva justamente ese título. ¿Es posible cambiar la mirada del patriarcado en instituciones tan tradicionales como la escuela?

Esa fue la pregunta inicial al pensar este libro. Y creo que todas mis respuestas van en esa dirección: si no revisamos nuestras propias concepciones y crianzas no podremos transmitir otra mirada. Lo institucionalizado en la escuela juega en contra a la hora de romper las estructuras clásicas que mencionamos: listado de niñas y niños, separación de juegos por rincones, división por sexo en las clases de educación física o división por sexo en los roles grupales. Además, las funciones de cuidado y educación suelen ser predominantemente de mujeres, entonces debemos revisar esos roles de manera crítica. Cuando se puede charlar con docentes que se repreguntan sus propias construcciones cotidianas sorprende cómo siempre se encuentran saliéndose de esos estereotipos: “Pero si yo cuando era chica jugaba a subirme a los árboles todo el día”, recuerdan. Y entonces la mirada comienza a cambiar.

NI UNA MENOS PARA CHIC@S (EL OTRO LIBRO)

La editorial Sudestada publicó recientemente Ni una menos para chic@s en su colección Aventureros. “Un día, miles de mujeres en todo el país salieron a la calle. Y lo hicieron con carteles, con banderas, con cantitos. Con bronca, pero también con alegría de pelear juntas. Todas querían gritar ¡Basta! a la violencia de un sistema cruel que sigue utilizando a la mujer objeto y al machismo como herramienta de dominación”. Así comienza el relato de las autoras Silvina Morvillo y Camila Abusabbah Valladares, ilustrado y a todo color, que hilvana datos históricos, explicaciones políticas y definiciones de conceptos sociales. El eje narrativo es la aventura de Florencia y sus hijos, Paula y Juan, cuando deciden ir a la marcha de las mujeres de junio de 2015. Fotos de aquella marcha, ilustraciones y muchos datos y preguntas son los elementos que permiten trazar un recorrido que incluye temas como femicidio, patriarcado, distribución del trabajo, Día de la mujer, feminismo, estereotipos de género, derecho a la identidad de género, y hasta una mirada sobre Simone de Beauvoir.

¿Para qué edades está pensado Ni una menos para chic@s?

El libro está pensado para niñxs de 10 a 12 años, pero depende mucho de el/la niñx y está pensado para ser leído en familia, por lo tanto, puede ser para niñxs más chiquitxs, si es que es leído y trabajado con adultxs.

¿Por qué plantearon el libro a partir del relato de la marcha de mujeres?

Nos parecía interesante usar el fenómeno de la marcha como acontecimiento que marcó un hito en la lucha de los derechos de las mujeres, y aprovecharlo como hilo conductor que nos permitía trabajar varios temas. En realidad nuestro objetivo era trabajar conceptos básicos de género, feminismo y violencia de género, pero partiendo de algo concreto como la marcha era mucho más fácil presentarlos, darles un contexto y conectarlos con la vida cotidiana de lxs niñxs, que seguro se enteraron de la marcha en sus casas, en la escuela o en los medios.

¿Por qué el libro está armado con tantas preguntas para los lectores?

Nosotras somos docentes y tenemos experiencia en educación popular. Nos interesa la educación como un proceso colectivo, en donde el conocimiento no es algo que viene de otrx que sabe más que yo, sino que tiene que construirse en base a lo que yo ya sé, a las experiencias de mi vida, de mi contexto y de mi cultura. En este sentido, pensamos que para trabajar un tema tan complejo con niñxs era necesario vincularlo con sus propias vidas, experiencias, familias, etc. No nos interesa entregar un libro que contenga todas las respuestas: todo lo contrario, nuestra intención era que lxs niñxs (y lxs adultxs) se hagan nuevas preguntas. Queremos ser un pequeño aporte a la desnaturalización de las prácticas patriarcales y a la visibilización de un tema que nos parece indispensable para la formación y el desarrollo de niñas y niños.