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No se puede amar lo que no se conoce (parte 2)

  • Categoría de la entrada:Literatura
  • Tiempo de lectura:9 minutos de lectura

Arte a babor es una editorial que tiene más de diez años. Sus libros están pensados y diseñados para vincular a las infancias con el arte. A través de distintas colecciones, las propuestas tematizan e invitan a sus lectoras y lectores a ser parte del mundo de la plástica, la arquitectura, la expresión pictórica. Libros que son museos y galerías de arte. Puertas y ventanas a mundos de colores, ambientes diversos, formas y dimensiones que mueven a lectoras y lectores inquietos.

Por Gabriela Baby

Silvia Sirkis es arquitecta, editora y amiga de Planetario. Nos hemos encontrado más de una vez para hacer alguna entrevista o en ferias del libro o en charlas y eventos alrededor de lo que más nos gusta: vincular a los chicos y chicas con los libros, con la lectura, con la expresión artística, y, en el caso de Silvia, editora de Arte a babor, con la plástica, con los museos, con el patrimonio cultural. 

La primera pregunta está puesta para empezar el juego del intercambio: ¿Por qué dar a conocer el arte y el museo, la arquitectura también y el urbanismo, a las chicas y chicos de hoy?

En una entrevista anterior, Silvia respondió: “Porque no se puede cuidar lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce”. No se puede amar lo que no se conoce: el lema (¿hashtag?) quedó y se repite cada vez que nos vemos. Como ahora, que nos volvemos a encontrar, después de la pandemia, con nuevos libros, otros eventos, y esta nueva vida de Club Planetario. 

Planetario: ¿Arte a babor propone arte en los libros o libros de arte?

Nos define en principio la frase “Libros de arte” porque trabajamos con el patrimonio artístico cultural, con la obra creada por los seres humanos, la maravilla no natural que nos rodea. Pero también trabajamos con la idea de arte en los libros porque son libros bellos, con ilustraciones atractivas, papel muy cuidado y reproducciones de las obras de la mejor calidad.  

Los libros de arte en general, en las bibliotecas de los chicos, son libros muy preciados. Los chicos se acuerdan que libros de arte tuvieron. Y también cuando van a un museo y ven las obras que tienen en sus libros, los reconocen y tienen con ese cuadro, con esa obra, una conexión especial. Los libros de arte son los primeros museos. 

¿Cómo contar la idea de patrimonio artístico en libros para chicos?  

Hay muchas formas de acercar la riqueza del patrimonio cultural y tratamos de explorar muy distintos caminos. Nuestra colección “Así me gusta a mí” cuenta por qué un artista trabaja de una cierta manera y no de otra, y esto permite a los lectores relacionarse emocionalmente con la búsqueda del artista. En el caso del libro Perdidos y encontrados, nos acercamos a través del juego. Los textos informativos pueden ser más literarios, pueden tener humor, lo importante es que despierten la curiosidad natural de los lectores para que se entreguen a lo maravilloso del descubrir.

En la infancia o en la adultez, enamorar a los ciudadanos con su patrimonio garantiza el cuidado, el disfrute y la preservación de esas obras para quienes nos sucedan.

En 2020 publicaron Manos de viento. Un viaje a Cueva de las manos. ¿Cómo fue ese trabajo?

Ese libro es una muestra de arte, porque lo hizo un artista integral, Istvansch, que armó un teatrino con títeres de palito y todas las escenografías que luego son las páginas del libro. El trabajo plástico de Istvansch  es muy potente y el texto es muy poético. También el libro ofrece fotos que cuentan dónde y cómo está la Cueva de las Manos, que es la obra de arte más antigua de nuestro patrimonio. Es un libro informativo, poético, pictórico. 

En este video Istvansch muestra su teatrino y narra Manos de viento. (imperdible el bonus track del final).  

Otra novedad de este tiempo es la colección para los más peques, que ya tiene cuatro títulos…

La colección Había una vez un cuadro (coeditada con Lecturita ediciones) está formada por cuatro libros de cartoné. Cada título se basa en una obra de cuatro artistas: Rousseau, Franz Marc, Malevich y Van Gogh. 

El cartero barba de bolsillos de Pablo Picyk trabaja la obra de Van Gogh “Retrato de Joseph Roulin” (El cartero Roulin). El autor explora el retrato de una forma lúdica que le permite a los lectores vincular partes de la cara con las profesiones. 

¡Qué lío! de Mey Clerici e Ivan Kerner es sobre la obra de Malevich, un artista del movimiento conocido como Suprematismo, que era una propuesta de arte abstracto. Los autores toman un cuadro y proponen formas que se escapan y… se arma un lío que invita al juego, al descubrimiento, a la creatividad. 

Colorear el mundo de Ana Sanfelippo está basado en la obra “Caballo azul” de Franz Marc. Este libro trata sobre la libertad para colorear, ¿cuantos colores existen? ¿las cosas son de un color o pueden tener muchos?

Y luego, ¿Qué ve el pintor? de Cynthia Alonso sobre la obra “Yo mismo”, de Henri Rousseau, que es un retrato-paisaje (género que inventó Rousseau). La historia de este artista es bastante peculiar: vivió en el siglo XX en París y nunca salió de la ciudad, pero pintó selvas y animales salvajes de gran exotismo. El libro es un desafío a la imaginación. 

Contanos algo que te emociona o te impacta como devolución de los lectores de Arte a Babor  

Como editora puedo contar algo que para mí es muy conmovedor que ocurre en la Feria del libro (en realidad en muchas otras ferias, pero en la Feria del libro es donde paso más horas, desde hace tiempo) y es que chicos de 15, 16, 17 años se acercan a nuestro stand y reconocen los libros que tuvieron de chiquitos de Arte a babor y tienen un hermoso recuerdo de esos libros. Son lectores de esos libros, que además los reconocen por el nombre: “mirá el libro de Antonio”, dicen o “mirá el libro de Benito”.

También hay adultos que me cuentan que a nuestros libros los comparten en familia. Tenemos familias de fans, que nos siguen y piden más. Muy hermoso. 

Nos pasa también que muchos temas que trabajamos en los libros son temas de interés social. Por ejemplo, en 2012, la Casa del Puente, de Mar del Plata, una obra que mencionamos en ¿Qué forma tiene una casa? fue recuperada como patrimonio de la provincia de Buenos Aires y comenzó su puesta en valor. Sentimos que estamos entendiendo el momento cultural y acompañándolo.


Planeta Sirkis

Silvia Sirkis es arquitecta. Anda siempre mostrándole a quienes la acompañan las cosas lindas que ofrecen las ciudades, sean edificios, esculturas, avenidas o faroles. Desde hace más de diez años edita los libros de Arte a babor en donde invita a pasear, jugar, conocer y descubrir el patrimonio artístico que nos pertenece.