En este momento estás viendo (Nuevos) Vientos de la Patagonia juegan con marionetas

(Nuevos) Vientos de la Patagonia juegan con marionetas

  • Categoría de la entrada:Teatro / Títeres
  • Tiempo de lectura:11 minutos de lectura

Con el espíritu de la Tradicional Opera dei Pupi siciliana, la compañía Tándem Teatro trae al presente una antigua leyenda del sur de Argentina leída en clave contemporánea. Un héroe no tan héroe y una heroína que forja su propio destino protagonizan un relato épico que invita a reflexionar sobre la identidad y la autodeterminación. Todos los sábados de junio y julio -y en Vacaciones de Invierno- en el Centro Cultural de la Cooperación.

Por Marisa Rojas
Foto: Nahuel Berger

Dicen los que cuentan que en un lugar de la Patagonia argentina en los días de tormenta el viento ruge como endiablado. Cuentan los que dicen que el viento patagónico, nunca calmo, en ocasiones parece gritar desde el centro de la Tierra. 

Sobre el origen del extraño fenómeno hace tiempo circula de paraje en paraje una leyenda que esta temporada trae a escena, en clave del teatro tradicional de marionetas de Sicilia y en diálogo con los debates contemporáneos, la compañía Tándem Teatro. 

Y sobre el motivo que inspiró este nuevo trabajo del grupo, que en 2018 estrenó la premiadísima  Lo que esconden los libros, conversamos con el responsable de la dramaturgia y dirección general, Juan Benbassat, y la productora ejecutiva, Daniela Fiorentino.

¿Cuál es el origen de Cuando el viento ruge? ¿Por qué y en qué momento decidieron trabajar con una leyenda patagónica anónima y transformarla en una obra para teatro de marionetas de varilla?

JB: – En los primeros días de la pandemia empezamos a trabajar con una obra que pensamos como continuación de Lo que esconden los libros, estuvimos la mayor parte del 2020 trabajando en ese proyecto que no contemplaba nada de lo que la pandemia vendría a traer para el hacer teatral. Cuando nos dimos cuenta de que no iba a ser viable avanzar, porque a medida que avanzaba la pandemia la situación para el teatro tal como lo hacíamos hasta entonces era bastante apocalíptica, se hacía muy difícil pensar en volver a trabajar en salas de manera tradicional, por ejemplo, salimos a buscar otro proyecto con la premisa de poder hacerlo al aire libre, que fuese autoportante, relativamente sencillo de armar; y ahí lo primero que apareció fue la imagen de un retablo. Además, necesitábamos financiación, lo que era realmente muy difícil de conseguir porque la financiación local era de subsistencia. Surgió entonces la idea de armar un proyecto internacional para, por ejemplo, presentarnos en IBERESCENA; y así lo hicimos con la otra pata de esta producción, que no es de la compañía pero que esta vez se sumó, que es un amigo artista que vive en España, Gonzalo Nuñez, y fue, es, el responsable del diseño del retablo, de los telones y del arte de la obra en general. Con él armamos el proyecto, lo presentamos y en enero del 2021 nos lo aprobaron. Fue un gran envión al que luego se sumó el apoyo local de PROTEATRO y así, llevados por el viento, nos pusimos a trabajar a full cada uno en su casa ensayando con los prototipos de las marionetas por WhatsApp hasta que nos pudimos volver a juntar a ensayar como estábamos más o menos acostumbrados. Fue muy raro el proceso al principio porque no nos podíamos reunir todo el tiempo ni en salas de ensayos así que nos juntábamos con mucho protocolo en las casas, movíamos muebles. Esta es una obra que tiene un despliegue físico importante, fue muy complejo. 

Y un retablo ¡enorme!, telones que son ¡un montón!, además de exquisitos, y los pupi que no son para nada pequeños… ¿Podríamos decir que la idea original fue llevada por otros vientos?

DF: – ¡Definitivamente! El retablo actual mide 3.30 x 2.50, hay ocho telones, tramoyas, una trampa de piso, cuatro personajes centrales, otras dos marionetas, montones de elementos de utilería y la tarima sobre la que trabajan los dos intérpretes, Daniela Calbi y Ariel Varela; una locura todo…  Sumado a un trabajo de manipulación muy preciso porque la marioneta no se trabaja con manipulación directa. Dani y Ariel trabajan como con una especie de coreografía en dos planos: el que se ve desde el espacio de manipulación que es de altura y el que ve el público desde la platea. Pero cuando ves el proyecto total entendés que no podría haberse dado de otra manera.

¿En qué momento llegaron los pupi? ¿Pensando en esta idea primera de un proyecto para presentar al aire libre, a partir de la historia en sí, o por ambas razones? 

JB: – Yo entré al mundo de los títeres de la mano de los pupi con una obra que se hizo en el 2005 en el Teatro de la Ribera que se llamó El caballero vacilante, la espada y el dragón. Fue mi primera realización. Y, curiosamente, fue la última obra de pupis que recuerdo se hizo acá, por lo menos en el AMBA. Era una obra muy cercana, directa, a lo que es el género de los pupi que es un género extremadamente local, no de acá sino de Sicilia, y que como tal tiene una serie de características que lo definen y definen a las historias que se cuentan a través del mismo: las gestas de Carlo Magno, las historias de cruzados, algo que acá no tenemos, no es parte de nuestros relatos. Aunque a mí siempre me quedó el recuerdo, la idea, el aire de que también en este lado del mundo hay una épica que podemos contar a través de los pupi. Siempre pensé en la posibilidad de narrar a través de los pupi alguna gesta de las luchas por la Independencia, por ejemplo. Ahora, pensando en hacer algo chiquito, portátil, rápido de mover -cosa que finalmente nada que ver con lo que terminó siendo esta producción-, Dani Calbi propuso retomar la idea de trabajar con los pupi y hacerlo con algo que en pandemia y como familia, porque con Dani somos además compañeros de vida, teníamos muy presente y eran las leyendas, estábamos leyendo mucho sobre el tema con nuestro hijo. Así fue que decidimos ir con esta historia sobre cómo surgió ese fuerte viento que azota en un rincón de la Patagonia argentina en los días de tormenta porque tiene algo del camino del héroe, el mismo gancho que tienen los pupi.

¿Qué elementos propios del género y de la técnica que trajeron aquí? ¿Tuvieron, o decidieron, dejar alguno afuera?

JB: – Una de las instancias que siempre está presente en los pupi son las peleas con espada y escudo, enfrentamientos de cruzados, algo que en escena es netamente técnico; pero acá nosotros no podíamos poner ni espadas ni escudos, sí trabajar con una serie de proezas, que también es muy de los pupis. En nuestra obra lo uno y lo otro aparecen en las luchas que debe enfrentar nuestro protagonista, Koná, el guerrero, con los espíritus del inframundo. Un protagonista al que, por otro lado, también le dimos un giro diferente, no ya en relación al género de los pupi sino de la leyenda que no podríamos llamar original sino ‘como la recibimos nosotros’, porque acá hay otro elemento que revisamos para este trabajo y es que todas estas historias las hemos recibido ya occidentalizadas. Esta leyenda es parte del grupo de historias orales recopiladas entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, nos han llegado por la gente que iba acompañando o llegaba inmediatamente después de la Campaña del Desierto, esto es: varones en plan de conquista/afano de tierras, porque el hombre blanco fue a la Patagonia a eso: a afanar. Esta recopilación nos llegó a través de tipos humanistas pero que estaban atravesados por toda esta situación. Como parte de la preproducción para montar el proyecto hicimos una tarea de investigación muy amplia sobre los idiomas tehuelche y mapuche y así nos encontramos, por ejemplo, con que los nombres que nosotros hemos aprendido en realidad son nombres que están muy castellanizados, muchos tienen en su lengua original un significado muy distinto al que les damos. Pero lo que queríamos era contar una historia de acá utilizando esta técnica de allá. Siendo respetuosos tanto de la problemática local y de los debates actuales en torno a las comunidades originarias así como de la tradición del género. Y hacerlo sin historicismos ni mirada antropológica. Por eso, decidimos trabajar todas las proezas que requiere el género y que eran parte de la leyenda pero alejadas del paradigma extractivista. Así, nuestro guerrero, Koná, no va en búsqueda de elementos de la naturaleza para retirarlos de sus lugares, no hay hábito arrasador, sino que transita los diferentes caminos como postas de descubrimiento y de alguna manera como reconocimiento se le prestan esos objetos que acá transformamos en fantásticos y que él siempre devuelve. Propusimos encuentros con animales para aprender, no para matarlos. La naturaleza de y en la historia va guiando la dramaturgia. Igualmente, revisamos la historia de amor, más del tipo amor romántico, que atraviesa la leyenda de la que partimos, porque el camino del héroe no puede ser siempre conseguir a la chica ni el destino de la chica puede ser siempre irse con el chico. Acá hay dudas de todos los protagonistas y hay, también, un escape al destino patriarcal que el mito les tiene asignado. Y volviendo al género en sí, otro aspecto que variamos es que la forma original de la opereta tradicional son largos poemas épicos muy basados en la poesía del decir antes que en la manipulación del títere, pero aquí lo retrabajamos para darle a las marionetas una manipulación más acorde a lo que son las expectativas locales. 


Cuando el viento ruge
Una obra para marionetas de varilla de Tándem Teatro con el apoyo de IBERESCENA (España) y PROTEATRO (Argentina). Para toda la familia, a partir de 6 años de edad
Intérpretes: Daniela Calbi, Ariel Varela
Diseño de arte, telones y realización plástica: Gonzalo Nuñez
Realización de títeres : Juan Benbassat, Daniela Calbi, Alejandra Farley, Leonardo Volpedo
Diseño de vestuario: Daniela Calbi
Diseño sonoro y música original: Nicolás Diab
Fotos : Nahuel Berger
Diseño gráfico: Mercedes Nassivera
Producción ejecutiva: Daniela Fiorentino / Casa de Títeres
Diseño de títeres y tramoya, dramaturgia y Dirección: Juan Manuel Benbassat
Funciones: sábado de junio y julio, 16 h. en Vacaciones de Invierno: también 17, 19, 20 y 21 de julio.
Centro Cultural de la Cooperación, Sala Raúl González Tuñón (1ºP) | Corrientes 1543, Ciudad Autónoma de Buenos AiresEntrada: $800.- En venta en alternativateatral.com