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Una historia de amor y amistad en el verano de la infancia

  • Categoría de la entrada:Música / Teatro
  • Tiempo de lectura:9 minutos de lectura

Encanto del teatro mediante, en la playa de El Cultural San Martín son días de vacaciones en el mar, (re)encuentros, amores, nuevas amistades y también algunos no pocos temores. Es el tiempo en el que vuelve a abrir sus puertas El Parador de Valeria, donde los turistas  de cada temporada y otros recién llegados viven aventuras desopilantes, atravesando emociones que interpelan a todos los públicos. Esta es la historia que, escrita por Paula Schapiro, con dirección musical del maestro Carlos Gianni y coreografía de Diego Bros, marca el auspicioso debut en la dirección de Iara Grom.

Por Marisa Rojas

En las Vacaciones de Invierno del 2015 conocimos a Valeria -interpretada por la genial Denise Cotton-, una muy particular dueña de un parador de la costa argentina, un lugar de encuentro para chicas, chicos, adolescentes, grandotas y grandotes. En ese entonces, cuando recién comenzaba a tomar forma la historia de amor entre Valeria y Ariel -interpretado por el talentoso Diego Bros-, Iara Grom integraba el elenco en el rol de Lola, empleada de Valeria en El Parador. 

Años más tarde, en las Vacaciones de Invierno del 2022, Valeria y Ariel se casaron, se fueron de Luna de miel, regresaron para asumir el desafío de una nueva etapa del Parador y Iara está del otro lado de la escena, abajo del escenario, entre bambalinas, debutando con profesionalismo, riesgo y compromiso el rol de directora.

¿En qué momento y cómo surgió la idea, o la propuesta, para que asumieras la dirección de esta nueva versión de la obra que en 2015 crearon esos dos enormes nombres del musical que son Paula Schapiro y Carlos Gianni, también junto al premiadísimo Diego Bros en las coreografías?

IG: – Bueno, un poco si bien mi mamá es la escritora de la obra y desde muy chica yo me formé con ella en todo lo que es pedagogía para niños, estudié también con Nora Moseinco, estudié mucho y me especialicé en lo que es el trabajo con niños de 3 a 8 años y preadolescentes porque es un mundo que me interesa y que observo mucho. Cuando hice El Parador 1, como actriz, trabajé durante tres temporadas, dos en El Cultural y una en Nun, y ya en la última entré un poco como en el rol de la dirección. Tener a mi madre como artista en la familia ya era una ventaja, pero igualmente fui encontrando que a mí como artista me gustaba mucho el rol de dirección que entiendo como un compromiso muy importante con el otro. Entonces, cuando nos propusieron volver a El Cultural con El Parador y mi mamá empezó a escribir la idea para el nuevo libro yo le dije: Vos escribí todo y yo te voy a ir corrigiendo algunos diálogos porque los adolescentes cambiaron en sus formas, por ejemplo de hablar, del 2015 a hoy; así fue que iniciamos juntas este proyecto. El libro es totalmente de Paula, yo charlé con ella y juntas acordamos lo que quería ajustar. Pero El Parador en realidad es el trabajo conjunto de un equipo de cuatro que son Paula, Carlos, Diego y al que aquí me sumé yo creo que de una manera muy orgánica porque ¡siempre estábamos los cuatro juntos, íbamos los cuatro juntos a todos lados desde El Parador 1! Yo vibro con esto, y necesitaba estar del otro lado esta vez, verlo y estar conectada con los niños; era un deseo que tenía y siento que el trabajo es de todos los días, ya sea con el texto -que es sagrado y debe cuidarse siempre-, sea con cómo cada uno va transitando el proceso más personalmente. Mi rol fue muy del trabajo chiquito, si bien me ocupé de la dirección general lo que me encanta ahora que está terminado es acompañar cómo crecen las chicas y los chicos como intérpretes en escena.

¿De qué manera encaraste el trabajo de dirección con tres mega nombres, y trayectoria, alrededor, considerando además que este trabajo para públicos de infancia y jóvenes tiene en escena a intérpretes que son chicas y chicos y, por lo mismo, son dos elencos paralelos?

IG: – Amo y admiro a Carlos, más allá de conocerlo porque hace treinta años trabaja con mi mamá y de que de todas sus obras siempre me haya regalado el disco, siento por él como profesional una admiración profunda; y así trabajamos. Él es muy disciplinado, yo lloraba de emoción con cada una de sus entregas porque él entiende perfecto todo el tiempo por donde va el mundo. Diego es otro groso, un sensible con el que tuve la suerte de trabajar, es muy generoso como director coreográfico y también como actor; me apoyé mucho en él para el trabajo. Con todos fue un trabajar en equipo constantemente y con mucha profesionalidad porque todos son profesionales geniales pero también humanos muy elevados; fue una experiencia de mucho apoyo y de nutrirme de ellos, por supuesto. Y con los niños, fue todo un desafío, ya desde el casting que hicimos en el mes de febrero y fue totalmente abierto. Ese casting fue muy bueno porque elegimos chicos comprometidos, que ya saben que van a dedicarse a esto y que cuentan con el apoyo y el acompañamiento de las familias. Son intérpretes de edades con las que conecto desde un lugar muy genuino y mi forma de trabajar la dirección es acompañarlos en el camino de su creación. Es como mi filosofía, mismo en las clases: Vos proponé que yo estoy acá y voy a estar ahí para guiar. Además, los chicos del elenco son todos muy disciplinados, todos estudian, fue muy hermoso, muy hermoso el proceso, aunque al principio claro tuve un poco de miedo. Siempre fui muy cuidadosa con que siempre todo se tomara bien y con alegría. Yo aprendo mucho de los chicos del elenco. Aparte, tengo un orgullo especial con los adolescentes del grupo porque son alumnos míos.

¿Qué te convoca especialmente de esta franja etaria, tanto como públicos como artistas?

IG: – Para mí se trata de un mundo interminable de muchas emociones, a mí como adulta también me pasa, pero lo enfoco en los adolescentes porque son quienes están ahí y lo ven muy concretamente. Porque está todo lo superficial muy a la vista, todo lo que, por ejemplo, vemos en el personaje de Celeste, pero también está todo el mundo interior que no solo no se ve primero sino que, para quien no quiere entrar en lo otro, también es muy difícil de preservar. Mi propuesta y mi investigación pasa por buscar y darle espacio a eso otro que está ahí y no vemos, pero creo que en el teatro claramente sí se puede ver ese algo más.

¿Y qué te interesa particularmente de la historia que cuenta el Parador…?

IG: – Yo me sigo emocionando con las funciones, más allá de lo que te pueda explicar. Para mí el teatro tiene que ser amoroso, desde el amor, desde el compartir, y esto pasa en El Parador. En la historia y en el trabajo con el elenco y todo el equipo creativo, tiene que ver con eso, si voy a afrontar un proyecto que haya amor, generosidad, juego, entendido en clave del compromiso que requiere jugar en escena. Yo estoy muy conforme con el mensaje de la obra, con las emociones que atraviesa, con la diversidad de edades también de los personajes por ejemplo y que cada quien pueda identificarse con alguna, alguno.


El Parador 2, la historia continúa

Un musical de Paula Schapiro y Carlos Gianni
Con Denise Cotton, Diego Bros, Flor Lerer, Nicolás Armengol, Martína Améndola, Carola Arbós, Simón Tobías, Federico Heinich, Maia Lis, Majo Zambrana, Bianki Dichiera, Lourdes Pereyra, Lautaro Muro López, Nicolás Sousa, Dante Barbera y Matías Ferro.
Coreografía: Diego Bros
Música y dirección musical: Carlos Gianni
Dirección: Iara Grom

ÚLTIMAS TRES FUNCIONES: Domingo 7, sábado 13 y domingo 21 de agosto – 16 h
El Cultural San Martín (Sala A) | Sarmiento 1551, Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Entradas $800.- Jubilados y estudiantes: $700.- En venta en TuEntrada.com